Para comenzar les dejo esta fabula.

La luciérnaga y el león.

Estaba anocheciendo el la savanna cuando el león y la luciérnaga compartían una agradable y amena charla. A pesar de sus diferencias en tamaño y fortaleza, ambos disfrutaban de las historias del otro. De pronto se oyó un estruendo y todo se oscureció. Habían caído presas de cazadores furtivos. Encerrados en total oscuridad ambos recordaron a sus familias, a sus hijos, y cayeron en la angustia y la desesperación.
El león comenzó a rugir, con todas sus fuerzas, gritó, aulló, gimió, golpeó y trató de desgarrar las paredes que los encerraban, pero todo su esfuerzo fué inútil. La luciérnaga, que estaba agobiada por la angustia y se sentía aún mas pequeña e indefensa de lo que realmente era, recordó que después de todo poseía un gran don, el de la luz. Juntó coraje y comenzó a brillar, y cuando todo parecía perdido la luz de la luciérnaga les permitió encontrar una salida de aquel encierro.

Moraleja: no importa cuan agobiado, pequeño o indefenso te sientas, mientras más oscura sea la adversidad, más se verá tu luz. Y todos tenemos una luz que podemos hacer brillar.