La fabulosa Isla Martín García.

Tal vez desconocida para muchos, la isla Martín García esta rodeada de historias fantásticas, otras no tanto, pero sí es un paraíso natural.

Ubicada en la desembocadura de los ríos Paraná y Uruguay y con una superficie de casi 180 hectáreas, se alza unos 27 metros sobre el nivel del mar. No es aluvional, sino que está formada de granito puro y forma parte del macizo de Brasilia, al igual que las sierras de Tandil.

Descubierta en 1516 por Juan Díaz de Solís, fue nombrada así en honor al despensero de la expedición, quién falleció cerca de la costa de la isla. Su muerte, según historiadores, fue seguida por la del mismo Solís y otros 7 tripulantes que desembarcaron en la isla y fueron sorprendidos por aborígenes (no está claro si charrúas o guaraníes). Los asesinaron y luego se los comieron; a todos menos a un grumete llamado Francisco del Puerto.

A lo largo de los siglos la historia de la isla se llenó de datos pintorescos, como la reclusión de Yrigoyen, la de Perón o la de Frondizi; o la estancia del escritor Rubén Darío.
Pero también esta plagada de hechos mas tristes y oscuros, como ser depósito de cientos de indios capturados durante la Conquista del Desierto, abandonados para sufrir el destierro, la separación de sus familias y la muerte por la  viruela. O la esclavizadora explotación de las canteras de granito para las calles de Buenos Aires.

Mas allá de esto, es destacable la belleza del paisaje, compuesto por una hermosa combinación de ruinas coloniales y una espesa y abundante vegetación.

Antiguo penal.

Actuales habitantes del penal.

Interior del penal.

Panadería e Iglesia.

Pista del aeródromo.

Higuerón.

Detalle del Teatro Urquiza.

Cementerio. Se pueden ver las famosas cruces inclinadas,
de las cuales nadie tiene una explicación concreta sobre su particular formato.

La isla esta llena de construcciones históricas deterioradas.

Caminando entre la tupida vegetación aparecen construcciones olvidadas.